Nadie... cap 4

Ha pasado un mes desde que tuve la última conversación con alguien, si no hablase conmigo mismo no sabría ni como suena mi voz…Bueno, por lo menos nadie me tomará por loco si me ve hablando solo, un mes sin ver a nadie.

Después de pasar por casa de mi hermana y comprobar que no había nadie, decidí coger una bicicleta de montaña y recorrer la costa, hasta donde mis pies o mis pedales me llevasen, a ver si encuentro señales de algo. Cargado con mi mochila, mis espadas ,agua y un saco de dormir por si tengo que pasar la noche a la intemperie, bajé hasta el mar y me decidí seguirlo hacía el sur...siempre me ha atraído el Sur…

Por lo menos aún tenía mi movil, que me servía para combatir el silencio absoluto del mundo que me rodeaba, con mi música, la que siempre me acompaña, si no fuera por ella creo que me hubiese vuelto loco hace tiempo. Eso si, sólo la escuchaba cuando paraba a descansar, desde el ataque del perro prefiero estar alerta, por si acaso. Se ve que se ha despertado en mí el espíritu de supervivencia.

No encuentro en mi camino más que casas vacías, coches sin conductor y muchas aves, se ve que a ellas no les ha afectado el extraño suceso. Gaviotas, palomas, gorriones… son mis únicos compañeros de viaje, eso si, se han vuelto mas desconfiados, suelo echarles algo de mi comida cuando paro, pero no se acercan a llevársela, se limitan a observarme y a pelearse por ellas cuando me alejo, es extraño, antiguamente si le echabas algo a una paloma iba corriendo como una tonta, y si había gorriones, se lo llevaban antes de caer al suelo, esta actitud me extraña, será que les ha aflorado el instinto de supervivencia como a mi, que antes dormía como un saco de patatas y ahora estoy en un continuo estado de duermevela.

Anoche llovió, la naturaleza me dio un concierto de rayos y truenos, siempre me ha maravillado su fuerza brutal, su poder, total que anoche no dormí nada de nada. Y ahora me llega un fuerte olor a quemado, al subir la cuesta que me separaba del siguiente pueblo me encontré con un pueblo achicharrado, se ve que un rayo cayo en un árbol cercano, se incendió, y las llamas llegaron hasta el pueblo, y claro ahora no tenemos servicio de bomberos, llamas ya no hay, se ve que la lluvia se encargo de apagarlo todo, pero cenizas y el fuerte olor permanecen.

Hoy he tenido que esconderme!! He escuchado unos gruñidos acercándose y lo primero que he hecho ha sido meterme en uno de los coches abiertos que siguen al borde de la carretera, a los pocos segundos ví aparecer a una extraña manada de perros, digo extraña por dos cosas, primero porque nunca había visto juntos perros grandes y pequeños, generalmente no se llevan muy bien, y segundo porque todos, como el primer perro que ví, tenían unos aterradores ojos rojos…Creo que son los únicos afectados y supervivientes de los mamíferos, porque no he visto en mi camino ninguno mas, ni gatos, ni ratones, ni vacas, etc. Iban todos juntos, pero creo que tenían un líder, casi todos miraban a un Gran Danés que era el que encabezaba el grupo, era terriblemente grande, realmente me daba miedo, espero que no me huelan, mientras siga aquí dentro creo que estoy a salvo, seguramente irían buscando algo de comer, seguramente algún ave despistada porque no hay mucha variedad alimenticia, a no se que se dediquen a ejercer el canibalismo, de todos modos a todo el grupo se le marcaban las costillas.

Después de un buen rato y convencerme de que no me habían olido y estaban escondidos para hacerme una emboscada, me volví a subir a mi bici y seguí pedaleando, esta vez muy deprisa, me estaba rayando que los “perritos” estuviesen al acecho y prefería poner kilómetros de por medio. Y en mi persecución imaginaria ví algo que me hizo frenar en seco, una gran flecha pintada en una pared con pintura blanca me señalaba que fuese hacía la izquierda!!