En su
habitación del sótano, la que tanto le gustaba, la había hecho a su gusto, con
muchos días de trabajo para convertir aquellas gruesas y frías paredes en su
calido y acogedor “sancta sanctórum”...acostado en la oscuridad, escuchando su
música favorita, Luis pensaba...
“Tengo
que salir, estoy seguro que hoy encontraré a alguien especial, un amigo de esos
de verdad, que te aprecian, te quieren, te ayudan siempre y saben cuando estás
mal...o igual encuentro a una chica, la más bonita del mundo, mi media naranja,
la chica con la que voy a pasar el resto de mis días...si estoy seguro de que
hoy es el día!!lo siento!!”
Se
levantó de un salto, fue hacia el armario y escogió sus mejores galas. Se
decidió por unos pantalones tejanos desgastados, que siempre le habían caído
muy bien, una camiseta azul que le marcaba los músculos y sus zapatillas
deportivas favoritas, que según él, siempre le trajeron suerte...se echó
desodorante y su colonia de “ir a por todas”.Después se puso su traje de
amianto, se colgó a la espalda la bombona de oxigeno, se colocó bien la máscara
y salió a las ruinas de lo que era su ciudad, asolada por la guerra nuclear y
química...”si...hoy encontraré a alguien...”
6 comentarios:
JJAJAJAJ me encanto me has dejado muerta, muy bueno besitos
gracias Martita!! muaackk!!
Confío en no llegar nunca a algo semejante porque sería el fin.
Bueno, bueno de verdad.
Felicitaciones porque has dado una imagen perfecta de un futuro horrible en pocas palabras. Olé, tú!
Besazos.
Madre mía, qué chungo!
Vaya relato...
apocalíptico...jajaja gracias por leerme!!
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