La undécima plaga

Envío este comunicado a todas las redes sociales, no para exculparme, ya que la culpa es mía, sino para dar constancia de lo que he hecho...

Seamos sinceros, somos muchos, es más, somos demasiados seres humanos, he hecho mis cálculos y si sigue la tasa de crecimiento, en unos años se van a poner las cosas muy mal, estamos acabando con nuestro planeta, estamos esquilmando los recursos naturales, los gobiernos no ponen soluciones y nuestro mundo se muere...Por duro que suene, la única solución, según mis estudios, es que entre el 25 y el 35 por ciento de la población mundial muera...

Llevo varios años de investigación y por fin he encontrado un ultrasonido que interfiere directamente en las ondas cerebrales y el sistema nervioso, que es el encargado de transportar las órdenes del cerebro al cuerpo.

En experimentos con animales pequeños, este ultrasonido ha quemado literalmente su cerebro, en animales más grandes y evolucionados ha causado un estado de catatonia que ha acabado con sus vidas pasadas algunas horas, ya que el cuerpo no recibía información y eso provocaba fallos en órganos esenciales...a este ultrasonido lo he bautizado como la undécima plaga...

Ya tengo programada una app que propagará esta plaga a números aleatorios de la red móvil y fija de telefonía mundial, no soy Dios, no voy a juzgar a nadie, no voy a matar solo a corruptos, asesinos, etc... mas que nada porque no dispongo de esa información, será el destino y el azar el que juzgue, lo siento mucho por esas víctimas inocentes, pero es por el bien de la humanidad y por dejarle un futuro a nuestros descendientes. en todas las guerras hay daños colaterales...

Pensé que era el plan perfecto pero ha surgido un problema que jamás pensé que pudiese ocurrir. El ultrasonido no ha hecho el mismo efecto en las personas que en los animales, dado a lo complicado de actuar en la clandestinidad, no pude hacer experimentos con personas...

El hecho es que mi plaga no ha matado a los que han recibido mi llamada mortal, sino que ha actuado en su cerebro convirtiendo a dicha persona en un ser primario cuyos objetivos son comer y matar a cualquier cosa que se cruce en su camino que no sean como el. Así que ahora tenemos al 35% de la población matando al 65% restante, y a dicho 65% intentando sobrevivir y  matar al 35% mutante.

Siento mucho todo esto, no era mi intención esta locura, asumo que me llaméis monstruo o lo que queráis, yo pensé hacerlo por un necesario bien común...Ahora simplemente tomaré la salida más cobarde y me quitaré la vida, si han de juzgarme, que sea Dios o quien quiera que haya más allá de esta vida, adiós y perdón...