Creo que nunca he corrido tanto en mi vida, iba arrastrando detrás mío
a Esther, sin soltarla de la mano, que también corría lo mas de sí que daban
sus piernas, mientras íbamos escuchando detrás nuestra sonidos que nos helaban
la sangre en las venas.
-Mira ahí Tony- dijo Esther señalando una cortina metálica medio
bajada –¡¡tiene la llave puesta!!¡¡Podremos estar seguros!!rápido!!- nos
dirigimos hacía allí, levanté un poco la puerta para poder pasar agachándonos,
cogí la llave y bajé y cerré la persiana con fuerza.
-¡¡Pero esto que cojones es!!¿Una puta película de terror??-grité casi
ahogándome a causa de la carrera y de los nervios.-¡¡tranquilízate Tony, te va
a dar un ataque de ansiedad!!- -¿un ataque de ansiedad?¿pero tu has visto eso?-
-si, pero mi mente se niega a aceptarlo...no es...posible...¿no?- -Eso no lo he
visto yo ni en mis peores pesadillas, pero tu y yo estamos despiertos...- -Yo
que se...ya no se qué creer...esto es demasiado...- y comenzó a llorar
desesperadamente, fui hacía ella y la rodeé en mis brazos y ella se dejó
rodear, sollozando en mi hombro,-Tranquila, saldremos de esto ya verás, sólo
tenemos que...-mi última palabra se quedó en mi boca al sonar un estruendoso
golpe en la cortina, haciéndonos brincar del susto, a los pocos segundos otro
golpe más y una abolladura se dibujó sobre la persiana metálica, -¡¡ Dios mío, se
está lanzando contra la persiana!!-dijo Esther aterrorizada, y de repente un golpe
más, pero esta vez seguido de otro, y otro más -¡¡Si, y no está solo!! ¡¡Tenemos
que buscar una salida!!-me levanté, cogí a Esther de la mano, y nos dirigimos
al fondo de lo que parecía ser una tienda de ropa, aunque con el miedo y la
oscuridad no nos paramos a ver que tipo de ropa era...-¡¡mira allí hay una
puerta!!- nos dirigimos hacía ella, estaba abierta,-Mierda esto son los
probadores...aquí no hay salida- y al decir esto escuchamos otro ruido
tremendo, -¡¡Joder Tony, creo que han entrado!!- -¡¡Pues este es el único sitio!!
Sólo podemos escondernos y esperar a que pasen de largo, ¡¡aún tengo mi espada!!-
dije acordándome de pronto de mis katanas y sacando una de la funda que tenía
amarrada a mi espalda, cerrando la puerta de los vestuarios y acurrucándonos en
uno de ellos. –Tony tengo miedo...- dijo Esther susurrando,-sshhhh ahora tenemos
que estar lo más callados posible- y nos pusimos a ver si escuchábamos algo, y
si, escuchamos pasos detrás de la puerta, ¡¡y también como esos seres se
lanzaron sobre ella haciéndola astillas!! Por la rendija de debajo de la puerta
vimos como cuatro o cinco seres de grandes mandíbulas venían corriendo hacía
nosotros babeando sin cesar, ya no sabía que hacer, puse a Esther tras de mi,
empuñé la katana y vi como la puerta del vestuario también se hacía pedacitos
mientras entraba un monstruo de blancas mandíbulas. -¡¡NNOOOOOOOOOOOO!!
Y de repente abrí los ojos y me encontré en un vagón vacío...
-Mierda me he dormido!!-Es lo primero que pensé al despertar de
golpe y ver todo el vagón vacío, miré por la ventanilla y efectivamente me
encontraba en la estación donde finaliza el recorrido de mi tren, no vi a nadie
en los andenes tampoco…-que raro, no es tan tarde como para que no haya
absolutamente nadie…-
FIN.